miércoles, 3 de mayo de 2017

La guianza de Dios o cómo conocer la voluntad de Dios.


Un tema que considero muy importante es la guianza de Dios, cómo Dios nos muestra o nos hace entender su dirección, qué camino seguir o qué decisión tomar en determinadas circunstancias.

La Biblia enseña en Romanos 8:14, que los hijos de Dios son todos los que son guiados por el Espíritu de Dios. El mismo Cristo tuvo que seguir la guianza del Espíritu, incluso una que parece ilógica para la mente humana; cuando el Espíritu lo llevó al desierto para ser tentado por el diablo (S.Mateo 4:1), eso no quiere decir que siempre que seamos tentados es por causa de la dirección del Espíritu Santo, sino que es sólo un ejemplo, lo que debemos asegurarnos es que estamos siendo guiados por el Espíritu, porque en ocasiones nos podemos meter en algún problema por hacer algo por nuestra propia cuenta, creyendo o queriendo hacer algo para el Señor o en su nombre, sin contar con su aprobación (Hechos 19:13-16).

Debido a tantos peligros espirituales y físicos que tenemos en nuestra vida, es de vital importancia conocer, entender y buscar la guianza del Espíritu Santo, esto marcará la diferencia en nuestra vida cristiana y nos puede llevar a ser cristianos llenos del Espíritu y de gran bendición para la obra de Dios.

En el Antiguo Testamento podemos ver que Dios ya mostraba que Él podía guiar a su pueblo, por medio de la nube en el dia y la columna de fuego en la noche. En el Antiguo testamento el pueblo andaba más por vista que por fe, así que de esa forma Dios claramente les mostraba por que camino debían seguir, aunque esa era un camino físico, también tenia un propósito espiritual. De la misma forma ahora en el Nuevo Testamento quien nos guía es el Espiritu Santo, y a diferencia del pueblo de Israel no está exteriormente, sino ahora, el Espíritu Santo mora dentro de nuestro corazón (Hebreos 10:16), porque ese fue el beneficio del nuevo pacto, poner su Espíritu dentro del corazón de su pueblo (Ezequiel 36:27).

Es necesario ahora vivir una relación intima con Dios para conocer su voluntad, y primeramente esta se nos muestra a través de los escritos de la Biblia, así podemos saber en forma general qué pide Dios de nosotros, si obedecemos su Palabra, él nos seguirá guiando, no debemos acostumbrarnos sólo a seguir profetas y sueños o señales, primeramente debemos conocer bien su Palabra, el Espíritu Santo inspiró la Escritura por lo tanto debemos darle vital importancia a las cartas del Nuevo Testamento.

Hay que tener cuidado de la forma que interpretemos el Antiguo Testamento, porque actualmente también hay falsas enseñanzas (ejemplo, guardar el sábado, negarse a recibir transfusiones de sangre, etc.) Dios nos dará discernimiento por medio de la Palabra y también debemos pedir el don de discernimiento para recibir testimonio de los falsos maestros. Tal vez no pensaba ir en la dirección de la doctrina, pero si meditamos hoy en dia abundan diversas enseñanzas y muchas no se acercan a la doctrina que encontramos en la Biblia y se quiere seguir un evangelio diferente, recibir una enseñanza errada nos llevara por caminos errados, por eso debemos darle prioridad a vivir una vida santa y vivir en oración diaria delante de Dios, quiero enfatizar este punto de la santidad porque vivir una vida practicando el pecado también nos expondrá a ser engañados, Dios no aprueba el pecado, su voluntad es nuestra santificación, por lo tanto no debemos pensar que Dios nos llevara al pecado o tampoco debemos tentar a Dios jugando con el mismo, esperando que Dios nos libre, si de nuestra propia voluntad nos metemos en tentación, debemos arrepentirnos y reconocer nuestras faltas si queremos vivir una vida de intimidad con Dios y gozar de su dirección.

Para conocer la dirección de Dios primeramente debemos estar dispuestos a seguir lo que Dios nos manda, sin obediencia no habrá revelación, debemos tomar la decisión de dedicar nuestra vida a Dios, considerarlo en todas nuestras decisiones, especialmente las más importantes (Proverbios 3:6), por ejemplo, matrimonio (para los solteros), estudios (profesión), donde ir a predicar, cuando ayunar, que sermón o tema predicar en un culto específico (buscar ejemplo de George Muller de Bristol), dónde buscar trabajo, donde vivir (si necesito establecerme en otro lugar), etc.; en el fondo debemos pedirle a Dios su ayuda en muchas cosas para que nos vaya bien, el pueblo antiguo tenia la costumbre de consultar a Dios cuando no sabia qué hacer, incluso el gran rey David, era muy cuidadoso en pedir a Dios cuando debía ir a la batalla, lo que Dios le mandaba él hacia, así David se aseguraba el buen éxito de su esfuerzo y el de su ejército, por eso el reino de David fue un reino victorioso, pero cuando David siguió a la carne y sus deseos, sin consultar a Dios, cayó en adulterio y además, cometió asesinato, o cuando hizo el censo del pueblo, también peco. Vemos en David los resultados de consultar a Dios y también de no consultar a Dios.

Sinceramente para mí es muy impactante ver que los hombres antiguos tenían claridad cuando Dios les hablaba, y hoy en dia para algunos de nosotros a veces parece muy difícil o dudosa a veces la dirección de Dios, por eso creo que necesitamos vivir muy cerca de Dios.

En mi caso he tenido que tomar decisiones importantes y siempre he tratado de buscar la aprobación de Dios o de recibir claridad sobre qué camino seguir y les puedo decir que si estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios, de alguna forma Dios nos guiará, por sueños, por su palabra, por profecía, o por las circunstancias, y siempre debemos tener el testimonio del Espíritu Santo.

En mi experiencia, Dios me dio a entender el principio esencial para ser guiado por el Espíritu cuando Leí un libro, sobre todo en tener ese contacto o ajuste de nuestro espíritu al Espíritu de Dios, el autor hacía énfasis en que la voluntad de Dios es agradable y perfecta, o sea, si es la voluntad de Dios la que hemos seguido habrá paz, gozo y seguridad en nuestros corazones y los resultados positivos serán visibles.

San Lucas 10:21 "En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó" AMEN.

Dios les bendiga.

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