martes, 19 de marzo de 2019

La Trinidad de Dios

Hay muchos que no entienden la trinidad, pero en primer lugar es una realidad que se acepta por la fe, aunque no podamos entenderla o explicarla.

Existe un grupo de pentecostales que son unitarios, o sea, no creen en la trinidad, es más, dicen que es una doctrina "satánica" y lo mismo dicen algunos trinitarios de la doctrina de la unicidad.

Es bueno entender que algunas cosas podemos hablarlas en la carne, es decir con nuestro intelecto, otras por inspiración de Dios y otras (a veces) por influencia demoníaca o satánica. Lo mejor o ideal es que hablemos inspirados por Dios o nos basemos en algo inspirado por Dios en la Biblia, así hay poca o ninguna posibilidad de equivocarnos (Romanos 8:14). Pero considero muy atrevido decir livianamente tal o cual cosa es satánica, a menos que efectivamente Dios nos dé plena convicción de eso.

En la Biblia el pasaje más claro para mí sobre la Trinidad, es cuando Jesús fue bautizado en el Jordán, El Padre habla desde el cielo, Jesús está siendo bautizado y desciende el Espíritu de Dios en forma corporal, no dice que era una cosa física (sino "forma", porque es un ser espiritual sin cuerpo físico).

En la Biblia como visión general se desprende claramente que en el Antiguo Testamento Dios se manifestó principalmente como Jehová, el Padre, cuando vino Cristo cumplió lo que estaba anunciado como Dios entre los hombres, el Hijo, y después que Cristo subió al cielo, se manifestó a plenitud, Dios el Espíritu Santo.

Cuando miramos Apocalipsis también se denota claramente que Dios el Padre está en su trono, y el Hijo a la derecha en su trono también y en la tierra operando el Espíritu Santo y en el cielo también, porque el que tiene la capacidad de estar en muchas partes al mismo tiempo, es el Espíritu Santo.

El problema para algunos se presenta cuando se ora, ¿a quién le oro entonces? la respuesta es sencilla, Jesús enseñó a orar al Padre, pero también podemos orar a Jesús ahora que está glorificado. Esteban invocó a Jesús para que recibiera su espíritu cuando lo estaban apedreando.

Jesús es igual al Padre en divinidad, pero en la jerarquía divina, el Padre es el mayor, porque él envió al Hijo y él lo levantó de entre los muertos, por medio de su Espíritu Santo.

Tal vez nunca entendamos aquí completamente la operación de la divinidad, pero lo importante es que sepamos que somos hijos de Dios, que creemos en Cristo, creemos en el Espíritu Santo y creemos en el Padre, porque no podemos negar lo que la Biblia enseña claramente.

Amén.





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