Discernimiento es poder distinguir entre dos o más cosas , diferenciando entre ellas.
Aplicándolo a lo espiritual, consiste en separar lo bueno de lo malo.
El Hombre en su estado de inocencia (falta de malicia) no tenía este conocimiento.
Génesis 2:25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Después de comer del fruto prohibido, el hombre ahora conocía lo bueno y lo malo.
El discernimiento se puede conseguir por medio de estudio, experiencia y por revelación.
A medida que estudiamos la Biblia vamos adquiriendo conocimiento en base a lo que vivieron los hombres y mujeres que están incluidos en la Palabra. Las cosas buenas y las cosas malas, así podemos considerar lo que Dios espera que hagamos en circunstancias similares.
Si carecemos de conocimiento bíblico podemos caer en error, y aprobar cosas que Dios desaprueba, y al ser disciplinados por Dios, iremos aprendiendo que estuvo mal o bien.
También se puede obtener discernimiento en determinadas ciencias, por ejemplo, medicina, mecánica, economía, etc. Este discernimiento será natural, que también nos será útil, porque aunque ya no somos del mundo, aún vivimos en él.
Y finalmente tenemos el discernimiento espiritual, que si nuestro discernimiento natural, o por experiencia no nos ayuda, el Espíritu Santo si puede impartirnos esa revelación cuando nosotros vivimos en comunión con Dios, por medio de la oración, y apartados del mal, o sea, en santidad para tener una visión limpia.
Amén.
Algunas citas:
Levíticos 5:4; 10:9-10; 1 Reyes 3:9-11; Job 33:14-17; Salmos 49:20; Eclesiastes 8:5; Isaías 1:3; Jonas 4:10-11; Malaquias 3:18-19; Mateo 13:19; Romanos 14:5; 1 Corintios 2:14-15, 11:29 ; Hebreos 5:14; Apocalipsis 2:2.
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