Santiago 1:13-15 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
La tentación es el impulso de hacer o tomar algo atrayente pero que puede resultar inconveniente.
En el contexto bíblico es aquello que nos quiere atraer o empujar a pecar. La tentación es todo el proceso anterior al pecado.
La primera tentación que registra la Biblia es la de la serpiente a Eva, lo cual dio como resultado la caída de la primera pareja en pecado de desobediencia.
Satanás por medio de la serpiente les indujo con engaño y mentiras.
Génesis 3:4-5 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Esta tentación contiene algunos puntos, el deseo de los ojos, duda en la Palabra de Dios, la soledad y dar oído al engaño.
Algo importante, la serpiente estaba acusando a Dios de negarles a ellos una mayor revelación, sin embargo, eso era todo lo contrario.
A diferencia de la primera pareja Jesús cuando fue tentado no cedió a la tentación, y la confrontó con la Palabra escrita, en vez de dudar o argumentar con Satanás, lo rechazó con la verdad, algo que el diablo odia y no puede vencer.
En la mayoría de los ejemplos bíblicos cuando los hombres cayeron en tentación hubo consecuencias, ya sea por medio de un castigo directo de Dios o por el pecado.
Tentación no solamente puede ser para un pecado grave o manifiesto a nuestros ojos, sino también hacer lo contrario a lo que Dios espera de nosotros, apresurarse, en vez de tener paciencia, quejarse en vez de confiar y agradecer, y ceder a cualquier deseo de la carne.
A un varón de Dios le preguntaron que tentación era la más fuerte que había enfrentado, y después de dejar en suspenso a su interlocutor le dijo, tentación para mí es pasar en un día sin orar.
En ocasiones el enemigo de nuestra alma incluso puede llegar a usar a nuestros seres queridos con sus buenas intenciones, pero nuestra fidelidad a Dios debe estar por encima de todas las cosas
El diablo lleva miles de años conociendo a los hombres y sus debilidades, por eso debemos estar alertas para no ser engañados.
Dios tiene un plan perfecto que debemos procurar seguir, el diablo tratará de alejarnos de ese plan para nuestra ruina espiritual, nuestra lucha será contra estos enemigos, el mundo, el diablo y nuestra carne pecaminosa ( San Juan 8:12).
Necesitamos orar pidiendo a Dios discernimiento, así podremos mediante el Espíritu Santo conocer cuando vengan las tentaciones, las cuales siempre vienen de un origen espiritual.
La oración es clave para pedir a Dios que nos libre del mal, cómo está en el padre nuestro; puedes orar ayúdame a no caer en tentación.
Otras citas:
Génesis 39:6-8; Josué 7;20-21; jueces 16:15-16; 1ra Samuel 15:25; 2do Samuel 11:1-2; 2 Reyes 5:20-27; Mateo 4:7; Mateo 16:21-23; 26:41; Lucas 4:13; Hechos 5:9; Romanos 13:14, 1 Corintios 10:13; 2 Corintios 11:14-15; Gálatas 5:16-17; 1 Timoteo 6:9-10; Hebreos 3:8-10; Santiago 1:12; Santiago 4:7; Nehemías 6:12-13; Hebreos 2:18; 4:14-15; 5:14; Proverbios 22:14; Marcos 4:14-19; Gálatas 6:1; 1 Juan 2:15-17.
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