La oración y la soberanía de Dios (prayer and the sovereignty of God).

 

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Santiago 5:17 Elías era un hombre sujeto a pasiones similares a las nuestras, y oró fervientemente que no lloviera, y que no lloviera sobre la tierra durante tres años y seis meses.

Mucha gente busca ayuda y respuestas en los lugares equivocados. Pero Dios quiere que la humanidad lo mire y crea en él (Isaías 45:22).

En primer lugar, para obtener algo de Dios, debemos creer de todo corazón (Santiago 1: 6-7; Hechos 8:37). Dios es bueno, verdadero, fiel, todopoderoso y mucho más, por lo tanto, digno de nuestra plena confianza. La incredulidad es un pecado que llevará a muchos a la perdición.

Muchos piensan que Dios no quiere ser molestado, el diablo les hace creer que Dios no les quiere contestar o que no es necesario preguntarle, sin embargo, Dios quiso que nos comuniquemos con él a través de la oración. Hay muchas promesas sobre el firme deseo de Dios de escuchar nuestras oraciones. Jesús demostró y entregó nuevas promesas para los creyentes y todas están incluidas en la oración (Juan 15: 7; 16:24, Lucas 18: 1-8).

Considerando el aspecto de que Dios es soberano y obra como quiere en el mundo, su voluntad también se expresa a través de la iglesia, el conjunto de los verdaderos creyentes es el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12: 12-13), por eso recibimos sus pensamientos. y desea continuar su trabajo en la tierra, y esto incluye hacer oraciones (Mateo 6: 9-14; 1 Timoteo 2: 1-4; Romanos 1: 9-10).

Para recibir una respuesta de Dios es necesario que le obedezcamos, hagamos su voluntad y guardemos sus mandamientos (Mateo 5: 8, 1 Juan 3: 21-22).

Como hijos de Dios es necesario que seamos capaces de reconocer tu voz, así podremos discernir la voluntad de Dios, hacia donde nos lleva cuando oramos. Es necesario seguir las órdenes de nuestro Dios, que también es nuestro Señor y le servimos (Juan 10:27; 14:23).

Con respecto a la voluntad de Dios, para que nuestras oraciones sean efectivas, tienen que estar de acuerdo con lo que Dios quiere, lo que también implica tiempos de respuesta, y además, si él quiere, responde con lo que esperamos o nos dice otro. cosa (2 Corintios 12: 8, Romanos 8:14; 8:26).

En cuanto a las respuestas a nuestras oraciones, no olvidemos agradecerle, porque él es quien hace todas las cosas, y así también demostramos nuestra dependencia de él y le damos la adoración que se merece (Juan 11:41; Filipenses 4: 6). ).

Amén.

Otras citas:

Salmos 37: 4 Deléitate también en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.

1 Reyes 18: 36-37 Cuando llegó el momento de ofrecer el holocausto, el profeta Elías se acercó y dijo: Jehová Dios de Abraham, Isaac e Israel, que se revele hoy que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por tu mandato he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Jehová, eres Dios, y que vuelvas a ti su corazón.

Daniel 6: 10-11 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró a su casa y abrió las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodilló tres veces al día, oró y dio gracias delante de su Dios, como Solía ​​hacer antes. Entonces estos hombres se reunieron y encontraron a Daniel orando y suplicando en la presencia de su Dios.

2 Reyes 6:18 Y luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo.