De acuerdo al diccionario obedecer significa hacer la voluntad de quien manda.
La Biblia nos manda que obedezcamos al Espíritu Santo (Romanos 8:14). Para los creyentes que creen y entienden por fe la revelación de Dios como 3 personas, no hay ninguna duda que El Espíritu Santo realmente es Dios y digno de fe y obediencia incondicional (Génesis 1:1-2).
Desde que el Poder de Dios descendió plenamente en el día de Pentecostés en el aposento alto (Hechos 2), El es quién está a cargo de la ejecución y desarrollo del plan de Dios en la tierra, por lo tanto la obediencia al Espíritu Santo es fundamental para la eficacia de la Gran Comisión que el Señor nos encomendó (Mateo 28).
El es nuestra autoridad máxima aquí (Juan 14:16; Hechos 15:28). No se somete a nosotros, nosotros debemos someternos a El.
Hay muchos ejemplos bíblicos donde el Espíritu Santo obraba soberanamente (Por ejemplo en los Hechos 1:8, Romanos 8:26; 1ra Corintios 12, 2da Corintios 3:17, Gálatas 5:16). Desde el Génesis al Apocalipsis está en acción la Presencia del Espíritu de Dios.
El ejemplo más grande que nos debe convencer de esto es que el mismo Señor Jesús, Hijo de Dios, estando en forma de hombre, necesitó la investidura del Espíritu Santo y vivir siendo guiado por El (Mateo 4:1; Hechos 1:2). Cristo necesitó el poder , la fuerza y compañía del Espíritu Santo para cumplir todas las profecías, lo que incluía ir a determinados lugares a hablar determinadas palabras. No podía fallar (Isaías 61).
Jesús también en el Poder del Espíritu pudo echar fuera demonios, sanar enfermos, resucitar muertos, andar sobre el mar, hacer milagros, etc. Y todo esto fue posible gracias a que él estaba Ungido por el Espíritu Santo, qué es el poder de Dios (Mateo 12:28, Hechos 10:38).
Con respecto a la importancia de obedecer el Espíritu Santo lo tenemos reflejado en el Antiguo Testamento en La manifestación de la nube de gloria y el fuego que acompañaba al pueblo de Israel en su travesía por el desierto. La Palabra de Dios nos muestra que el pueblo de Dios se movía bajo la orden y dirección de la nube de Dios. Cuando la nube se levantaba del campamento, Israel se levantaba y seguía a la nube; cuando la nube se detenía en cierto lugar, estuviera un día, una semana o un mes ellos estaban detenidos también, por eso dice la Biblia que al mandato de Jehová acampaban y al mandato de Jehová marchaban, de día y de noche (Exodo 40:34-38). De la misma manera hoy día ya en una forma invisible por medio del Espíritu Santo (Romanos 8:14)
Nosotros podemos y necesitamos ser guiados por el Espíritu Santo, los mismos santos apóstoles nos dejaron ejemplo en el libro de los Hechos de cómo ellos realizaban la obra de Dios en comunión con el Espíritu Santo, porque él enviaba los misioneros, él daba mensaje por medio de ángeles, él entregaba revelaciones por sueños o visiones, el ungía profetas, determinaba a los ancianos que dirigían la Iglesia, hacia las señales y prodigios través de los apóstoles y también con los discípulos como Esteban, como Felipe, no fue solo a través de los Apóstoles (Hechos cap.4; cap. 8 y cap. 10).
Como ya he indicado anteriormente si el mismo Jesús necesitó ser lleno del Espíritu Santo y eso implicaba obedecer la dirección de él, sujetarse o someterse a la dirección en todo del Espíritu Santo (Mateo 4), tanto para moverse, para hablar, para predicar y para hacer la obra del Padre (Juan 14:10).
También tenemos el ejemplo en los profetas de los días bíblicos que ellos recibían la investidura del Espíritu Santo, para realizar el ministerio de ser mensajero de Dios (Miqueas 3:8). Ellos hablaron siendo inspirados por medio del Espíritu Santo, ellos no hablaban sus propias palabras sino que decían: así dice Jehová, indicando esto que el mensaje que ellos iban a entregar no era idea de ellos, si no que había sido recibido de parte de Dios por medio de la revelación del Espíritu Santo (Amós 3:8).
Hoy día tenemos que hacer nosotros lo mismo si queremos hacer la voluntad de Dios, debemos seguir la dirección del Espíritu Santo en todos los aspectos, o sea, tanto los espirituales como físicos y materiales, el Espíritu Santo nos guiará llegar a toda verdad y justicia en todo (Salmo 23).
Amén.
Algunas citas:
2 Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Efesios 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Hechos 13:2-3 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Hechos 10:19-20 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.
Dios le bendiga siervo del Señor. Que Dios nos llene de su Santo Espíritu para ser testigos de Cristo en poder y autoridad.
ResponderBorrarAmén. Gloria a Dios
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