Cuidado con los "profetas" viejos

" ...Y el otro le dijo, mintiéndole: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra de Jehová, diciendo: Tráele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua..." Vers.18.

Leer capítulo 13 completo de 1ro. de Reyes.


En esta porción bíblica vemos que hay que tener mucho cuidado cuando Dios nos está usando o nos ha dado alguna orden, porque de alguna manera el diablo intentará apartarnos y hacernos caer.

El profeta joven no tenía problemas para rechazar a los impíos o mundanos, que generalmente no son hipócritas, el peligro más grande hoy día puede ser con los que se dicen ser cristianos y no son realmente fieles a Dios, como lo era el viejo profeta, que alguna vez había sido útil en las manos de Dios ... Pero ya no era el mismo que alguna vez sirvió con temor a Dios.

Una vez mi primer pastor contó una experiencia: El iba con mucho entusiasmo a predicar al aire libre, pero iba un poco atrasado... Así que iba casi corriendo, de repente encontró a otro hermano más mayor que estaba vitrineando y mirando en unas tiendas. Cuando estuvo cerca le dijo: hermano ya casi es la hora vamos al punto ( lugar donde sería la predicación). Pero en vez de acompañarlo el otro hno. Le dijo: corra no más iñor ( chilenismo), yo he visto a estos gallitos corriendo y después como perros tirados en la calle ... (no le dijo ni hermano), entonces él se fue, pero a ratos paraba y pensaba en las palabras que le habían dicho.
Pasó ese día y comenzó a orar, Diciendo: Señor...no permitas nunca que el hermano me vea como perro tirado en la calle... Después mi pastor pensó, si Dios lo usó lo hizo bien, pero si fue el diablo se había equivocado, porque él redobló la oración .

Asi nos puede ocurrir a nosotros, que alguna vez tengamos un buen ánimo y tengamos que hacer algo por la obra de Dios (debemos orar siempre), pero alguien que no piense lo mismo, nos desanime, murmurando del pastor o de alguna otra situación.

Pero lo más peligroso, es que nos engañen y/o se aprovechen de nosotros, por nuestra buena fe o sinceridad e inexperiencia. Tengamos cuidado especialmente si la persona que nos dice medias verdades no tiene buen testimonio.

Si no es una persona fiel en la iglesia, aunque tenga una predicación "poderosa" veamos qué ejemplo tiene, cómo habla de los demás, cómo es con el dinero (si pide prestado y si devuelve o no), si es integro, si su vocabulario es correcto, etc.

Cuídese si alguien le cuenta cosas y le dice que nadie más lo sepa, y que de pasó le diga, no sé por qué te cuento esto ... quizá para que Dios te usará más adelante. También si lo invitan a hacer algo (orar por ejemplo) y le dicen que nadie más sepa... A mí me ocurrió algo asi, por eso se los advierto. Y también me decía que ni mi esposa debía saber (era un hermano). También me decía que yo era esforzado, que si me pasaba algo que no entendía que se lo contara, pero
solo era para tenerme bajo control.
Yo confiaba en esta persona, pero lamentablemente mintió en algo y ahí me di cuenta que algo le había pasado que ya no estaba actuando bien conmigo. Y recién comencé a analizar que yo le había dejado pasar cosas, y no había sido cuidadoso en reprobar las, sino porque lo respetaba nunca reparé en esos errores.

Le tuve que pedir perdón a Dios porque incluso me di cuenta que posiblemente hasta le había robado la gloria a Dios por reconocer a esta persona, siendo que solamente tal vez solo había sido un medio que Dios había tomado. Recomendación, no alabe a ningún hombre ni mujer, solo a Dios.

Vemos que el fin de este profeta joven fue trágico, por desobedecer a Dios.  Por eso confía en la revelación que Dios te dé y en los dones y gracia que te otorgue y teme a Dios solamente, los hombres cambian, fallan, etc. Dios siempre será el mismo, te ayudará y jamás te fallará.

No quiero decir con esto que no aceptes consejos de nadie, sino que examines las intenciones y no te fíes de nadie completamente ni lo pongas al nivel de Dios, por muy espiritual que sea a tus ojos.

Citas: Prov.3:5; 4:24; Salmo 119:99; Lucas 8:17; San Juan 2:24; 2da Corintios 11:3; Gálatas 1:10, etc.


Amén.